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Archive for diciembre 2009

¿HOMBRE O DIOS?

Todos saben que en navidad se celebra el natalicio de Jesucristo, pero…..¿saben todos quien es? ¿Hombre? ¿Dios? ¿semi-Dios?, ¿qué dicen las Escrituras sobre El?. Empecemos con sus biógrafos, los evangelistas: el Apóstol Juan lo anuncia como Cristo Dios, Lucas lo analiza bajo el aspecto humano, Marcos como un siervo y Mateo como un rey, veamos que dice cada uno sobre su nacimiento:
Juan empieza así: “Antes de que todo comenzara ya existía aquel que es Palabra. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Cuando Dios creó todas las cosas, allí estaba la Palabra. Todo fue creado por la Palabra, y sin la Palabra nada se hizo. De la Palabra nace la vida, y la Palabra, que es la vida, es también nuestra luz. La luz alumbra en la oscuridad, ¡y nada puede destruirla!”. Juan el Bautista habló del “cordero de Dios” (anunciado como tal en Isaías 700 años antes de Cristo) proclamando: “Después de mi viene uno que es mas importante que yo, porque existe desde antes que yo naciera” (1:30). Juan el Bautista nació antes que Jesús, hijo de Isabel prima de María madre de Jesús, pero afirma: “existe desde antes que yo naciera”. Cuando se encontró con Jesús, lo anunció así: “¡Aquí viene el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!. Por medio de El, Dios les perdonará a ustedes sus pecados” (1: 29). Y reitera su condición: “Ahora lo he visto y les aseguro que El es el Hijo de Dios”. 1:34.
Lucas relata: “Cuando Isabel ya tenía seis meses de embarazo, Dios mandó al ángel Gabriel a Nazaret, un pueblo de la región de Galilea .El ángel llevaba un mensaje para una joven llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con José, el ángel entró adonde estaba María, la saludó y le dijo: ¡Dios te ha bendecido de manera especial! El Señor está contigo. María se sorprendió mucho al oír un saludo tan extraño, y se preguntaba qué significaba eso. Entonces el ángel le dijo: No tengas miedo, María, porque Dios te ha dado un gran privilegio. Vas a quedar embarazada; y tendrás un hijo, a quien le pondrás por nombre Jesús. Este niño llegará a ser tan importante, y lo llamarán ” (1: 26-32). “María le preguntó al ángel: ¿Como pasará esto, si aún no me he casado? El ángel le contestó: El Espíritu Santo se acercará a ti; el Dios altísimo te cubrirá con su poder. Por eso el niño vivirá completamente dedicado a Dios, y será llamado (1: 34-35).
Marcos: “Todo comenzó como Dios lo había anunciado por medio del profeta Isaías: < Yo envío a mi mensajero delante de ti, y El va a preparar todo para tu llegada. Alguien grita en el desierto (Juan el Bautista): ¡Prepárenle el camino a nuestro Dios! ¡Abranle paso! ¡Que no encuentre estorbos!”(1:1-3).
Mateo menciona a Jesucristo como descendiente de David. Narra la aparición a José del ángel, tras enterarse del embarazo de María, su futuro padre terrenal formal es advertido: “José, no tengas miedo de casarte con María. El Espíritu Santo fue quien hizo que ella quedara embarazada. Cuando nazca el niño lo llamarás Jesús. El va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados” ( 1: 20-21
Libro de Génesis, (1:26) : “Hagamos nosotros al ser humano tal y como somos nosotros”. “Fue como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Lo creó a su semejanza” (1:27). En ambos versículos se afirma que el hombre se creó “a imagen y semejanza de Dios”, pero en el versículo 26 dice “como somos nosotros”, ¿acaso Dios Padre tiene aspecto de hombre? ¿Acaso el Espíritu Santo tiene apariencia humana?, ¿Quiénes son entonces los originarios del “nosotros”?, la interrogante abierta en Génesis 1:26 permite deducir que el “nosotros” significa Trinidad.
Jesucristo fue durante su paso por este mundo “Dios y hombre”, como lo afirma Pablo en Filipenses 2: 6-7: “Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad. Al contrario, renunció a esa igualdad, y se hizo igual a nosotros, haciéndose esclavo de todos. Como hombre se humilló a sí mismo y obedeció a Dios hasta la muerte: ¡murió clavado en una cruz!”.
A Jesucristo lo veo Dios cuando hace milagros y perdona pecados, pero también lo veo hombre obediente hasta el fin cuando soporta torturas y humillaciones como un “manso cordero”. ¿Hijo de Dios y humano?, ¿era entonces un semidiós como Aquiles?; hasta los semidioses tenían un punto débil como el talón de Aquiles; Jesús no mostró siquiera uno. ¿Puede un hijo de Dios tener madre humana? ¿no lo transformaría eso en semidiós?. No es que dude que fue creado en el vientre de María y que por ello debemos respetarla, ella misma se declaró: “Yo soy la esclava del Señor. Que suceda todo tal como me lo has dicho” (Lucas 1: 38), sin embargo se le llama “Madre de Dios”, si eso fuese posible, ¿se le podría llamar “esposa de Dios”?.
El ángel Gabriel le comunica a María sobre la gestación de Jesús cuando su prima Isabel tiene 6 meses de embarazo, embarazo del cual nacerá Juan el Bautista , el cual declarará sobre Jesús: “ porque existe desde antes que yo existiera”( Juan 1:15)
Juan 1 habla sobre “de la palabra” (el verbo en otras versiones) nace la vida y la palabra es vida”, el propio Jesús lo dijo:”Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre. Y desde ahora lo conocen, porque lo están viendo”, ¿podría darse testimonio de identidad mas específico?
Finalmente una pregunta prosaica: ¿necesitaría Dios fecundar un óvulo femenino para crear vida? ¿Verdad que no? , en términos relativos a la ciencia de la reproducción; ¿no existe hoy un método para obtener un bebé sin que la mujer haya tenido relaciones sexuales? , si lo existe y le llamamos “vientre alquilado”.
Jesucristo aunque salió de una mujer, fue un milagro viviente: Dios en persona metido en el cuerpo de un hombre, un Dios que pudo borrar todo el sacrificio con solo pensarlo, pero prefirió sufrir como humano para pagar las enormes deudas de los hombres pecadores, por amor, solo por amor, pues solo con amor se hace algo sin esperar retribución, o una tan desagradecida como la que le da el hombre actual que olvida su historia y limita su natalicio a beber, comer, fiestear y hasta a pedirle regalos ¡al cumpleañero!…¿entiende ahora porqué el mundo está al revés?.
Helmut Schatte Vera
hshatte@yahoo.es

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¿PAGASTE LA ENTRADA?

Para muchos esta frase resultará muy familiar, tal vez la repitió en la infancia toda vez que fue llamado “al botón”, alegando ignorancia o distracción como atenuante justificativo. Estoy seguro que los que oyen con más frecuencia esa frase son los fiscales o policías de tránsito como frase mas recurrida por esas “tiernas abuelitas” que se comen la luz roja, o la preferida por esas dulces y bellas damitas que bajando el vidrio esgrimen cara de sorpresa preguntando : “¿qué hice?”, pero al enterarse argumentan con sonrisa seductora: “¡pero si apenas crucé a la izquierda!, y nadie venía en sentido opuesto”. Todo esto no pasaría de ser un detalle simpático de cada día en nuestras calles si el acto no se repitiera infinidad de veces, lo cual transforma la “inofensiva trasgresión” en problema de seguridad pública.
Es muy cierto que hay delitos mucho mas graves, pero vivir en comunidad en forma armónica requiere cumplir reglas mas allá de las configuradas en los Códigos y Reglamentos, es preciso practicar eso que dice “mis derechos terminan donde empiezan los de mi vecino”. ¿ Se imagina usted señora que un día cualquiera sus hijos se subleven y digan que ya no colaborarán mas en el orden de la casa, ni con los horarios de comidas, ni en quitarse los zapatos cuando entran de la calle y está lloviendo, resulta por demás obvio que estos pequeños detalles, por muy chiquitos que sean, constituyen normativas imprescindibles para la buena convivencia familiar; no son delitos ni faltas de ley u ordenanza, pero constituyen una estricta necesidad.
¿Qué hice?, pregunta el esposo “olvidadizo” cuando llega tarde a casa y a través de “una cara de cañón” se entera que justo ese día que llega tarde es el aniversario de matrimonio, ¡se olvidó!, pero ¿cómo fue a suceder?, ¿pasaba lo mismo durante el noviazgo?, ¿verdad que no?, tal olvido muestra falta de amor, o al menos amor descuidado, por decir lo menos, no es un delito, pero…¡como duele!.
Todos los hombres y mujeres tenemos un Padre, reconozcámoslo o no, quienes tenemos el privilegio de conocerlo, sabemos que algún día, lejano o cercano El nos llamará a su lado, ¿conoceremos el camino si nunca nos preocupamos en buscarlo?, ¿se puede llegar a un lugar sin saber ni averiguar donde queda?, pongamos que usted si llega, al fin y al cabo usted llevó una vida sin delitos, asistió a su iglesia cada domingo y algo leyó la Palabra, ¿cree usted que ?, puede suceder que una vez mas tenga que argumentar ante la negativa de permiso para entrar al cielo: “pero si nosotros comimos y bebimos contigo; además tu enseñaste en las calles de nuestro pueblo”, para recibir como respuesta: “¡Ya les dije que no les conozco!, ¡gente malvada, apártense de mi!” (Lucas 13: 26-27).
Todas esas cosas pequeñas que hacemos o dejamos de hacer sí cuentan, aunque usted no se dé por enterado, recuerde que el camino no es fácil, está pleno de pequeños detalles que sin estar configurados en la Ley en forma expresa, delatan una falta o descuido del amor que le debemos al Padre, ¡piénselo ahora, mañana puede ser tarde!.

Helmut Schatte Vera
hshatte@yahoo.es

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¿YO QUE HICE?

Para muchos esta frase resultará muy familiar, tal vez la repitió en la infancia toda vez que fue llamado “al botón”, alegando ignorancia o distracción como atenuante justificativo. Estoy seguro que los que oyen con más frecuencia esa frase son los fiscales o policías de tránsito como frase mas recurrida por esas “tiernas abuelitas” que se comen la luz roja, o la preferida por esas dulces y bellas damitas que bajando el vidrio esgrimen cara de sorpresa preguntando : “¿qué hice?”, pero al enterarse argumentan con sonrisa seductora: “¡pero si apenas crucé a la izquierda!, y nadie venía en sentido opuesto”. Todo esto no pasaría de ser un detalle simpático de cada día en nuestras calles si el acto no se repitiera infinidad de veces, lo cual transforma la “inofensiva trasgresión” en problema de seguridad pública.
Es muy cierto que hay delitos mucho mas graves, pero vivir en comunidad en forma armónica requiere cumplir reglas mas allá de las configuradas en los Códigos y Reglamentos, es preciso practicar eso que dice “mis derechos terminan donde empiezan los de mi vecino”. ¿ Se imagina usted señora que un día cualquiera sus hijos se subleven y digan que ya no colaborarán mas en el orden de la casa, ni con los horarios de comidas, ni en quitarse los zapatos cuando entran de la calle y está lloviendo, resulta por demás obvio que estos pequeños detalles, por muy chiquitos que sean, constituyen normativas imprescindibles para la buena convivencia familiar; no son delitos ni faltas de ley u ordenanza, pero constituyen una estricta necesidad.
¿Qué hice?, pregunta el esposo “olvidadizo” cuando llega tarde a casa y a través de “una cara de cañón” se entera que justo ese día que llega tarde es el aniversario de matrimonio, ¡se olvidó!, pero ¿cómo fue a suceder?, ¿pasaba lo mismo durante el noviazgo?, ¿verdad que no?, tal olvido muestra falta de amor, o al menos amor descuidado, por decir lo menos, no es un delito, pero…¡como duele!.
Todos los hombres y mujeres tenemos un Padre, reconozcámoslo o no, quienes tenemos el privilegio de conocerlo, sabemos que algún día, lejano o cercano El nos llamará a su lado, ¿conoceremos el camino si nunca nos preocupamos en buscarlo?, ¿se puede llegar a un lugar sin saber ni averiguar donde queda?, pongamos que usted si llega, al fin y al cabo usted llevó una vida sin delitos, asistió a su iglesia cada domingo y algo leyó la Palabra, ¿cree usted que ?, puede suceder que una vez mas tenga que argumentar ante la negativa de permiso para entrar al cielo: “pero si nosotros comimos y bebimos contigo; además tu enseñaste en las calles de nuestro pueblo”, para recibir como respuesta: “¡Ya les dije que no les conozco!, ¡gente malvada, apártense de mi!” (Lucas 13: 26-27).
Todas esas cosas pequeñas que hacemos o dejamos de hacer sí cuentan, aunque usted no se dé por enterado, recuerde que el camino no es fácil, está pleno de pequeños detalles que sin estar configurados en la Ley en forma expresa, delatan una falta o descuido del amor que le debemos al Padre, ¡piénselo ahora, mañana puede ser tarde!.

Helmut Schatte Vera
hshatte@yahoo.es

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