Muchos expresan decepción y aun mas…rechazo, cuando esgrimen una especie de acusaciones contra Dios al afirmar: “¿Como es que dicen que Dios es un Dios de amor que esta al control del mundo y bajo ese “control” sucede tanta desgracia, injusticia y calamidad?” o “Pienso que el difunto se fue al cielo ya que siempre fue una buena persona, es cierto que no era creyente pero me consta que no le hizo mal a nadie”. “ ¿No es que todos somos hijos de Dios?”
Tales afirmaciones me hacen pensar sobre cuál es mi respuesta. En este caso, para dar una respuesta completa se requiere algo más que una contestación corta y sencilla, incluso hay que establecer previamente algunos parámetros para así poder lograr un acuerdo satisfactorio en algo: primero es preciso abandonar paradigmas rígidos, o sea aceptar que no hay razón para que todos los argumentos tengan qué ser de gusto de quienes participan en el intercambio de ideas, podría hipotética e idealmente suceder que en un amplio debate, a la luz de un dialogo inteligente y abierto, se llegue a conclusiones diferentes de los parámetros iníciales de cada quien, no es posible conseguir acuerdos con quienes gustan de simplificar las cosas y esperan respuestas que no obliguen a pensar mucho….. ¡lo siento!…..pero en este caso no hay respuesta corta, para facilitar un entendimiento usemos un ejemplo que sea algo congruente con lo planteado, algo cotidiano en temas de conversación diaria pero de dominio superficial en el común de la gente: los tsunamis, para entender el fenómeno de los tsunamis no basta con decir que son olas gigantescas, habría que hablar de geología, de hidráulica marítima y otros detalles técnicos algo complicados para quienes no se encuentran documentados en tales materias, pero tampoco hay que ser un PhD para conseguir una explicación sencilla pero satisfactoria, algo similar sucede hablar sobre la conducta y las acciones de Dios, son cosas muy complicadas pero que no requieren ser muy preparado en ciencias, tampoco es cosa de dos líneas, pero necesita de algo que es indispensable en quien quiera aprender algo nuevo: humildad, hay que asumir la actitud proclamada por el pensador y científico francés:”Solo sé que nada sé”.
Bueno!!…intentaré construir una respuesta racional y clara, pero para eso preciso encontrar esos parámetros que posibiliten un entendimiento satisfactorio, digo esto pues desde el episodio de la Torre de Babel los hombres tienen muchas dificultades para entenderse aun hablando el mismo idioma, así que aclaremos sobre cuales principios nos moveremos.
1.- La creación del universo tiene un autor, no importa como lo llames, no es una energía, no es un superhombre, no es producto de una reacción bioquímica que por arte de magia llevo a un renacuajo a devenir en toda una espiral de evolución para terminar en lo que es hoy el homo sapiens.
Tenemos aquí entonces el primer punto para construir el camino a entendernos: hay quienes le llamamos a eso fe, la cual no solo se puede adquirir a través de las Escrituras, también hay quienes simple y llanamente llegan a conocer al Creador estudiando las maravillas de la creación.
Aquí estamos entonces en el primer peldaño para poder entendernos: Tener el concepto de un Dios Creador, llámese como se llame pero un Dios vivo, omnipotente, único y creador.
2.- Los cristianos creemos en la Biblia, ese libro contiene relatos que van desde acontecimientos históricos, biográficos, de enseñanza directa o a través de parábolas y explicaciones que para algunos más bien parecen cuentos sin corolario expreso.
Personalmente yo veo no la necesidad de entrar en discusiones bizantinas sobre si la creación de hizo en 7 días tal como los conocemos hoy, si Eva se llamaba Petra y Adán se llamaba Juan, tales aspectos resultan detalles irrelevantes ante la afirmación que reconoce a un Dios Creador del hombre “a su imagen y semejanza”.
Segundo peldaño para entendernos: Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza.
3.- Expulsión de Adán del paraíso: Así como es irrelevante filosofar sobre los nombres de Adán y Eva; de la misma forma ponerse a discutir sobre si la tentación consistió en comer una manzana o si el diablo se presento en forma de culebra o de otro animal, lo relevante del relato es que la parejita es representativa de la especie humana y que su pecado no consistió en comer o no comer de una manzana, el pecado fue la desobediencia a una regla impuesta por el Creador.
Tercer peldaño para entendernos: no se acataron las reglas que impuso Dios en su calidad de autor de la creación.
4.- Se establece en Génesis que las pretensiones de Adán y Eva al desobedecer las reglas del “dueño del Paraíso” no eran otras que “ser como Dios, sabiendo lo que es el bien y el mal”. Por lo que se puede deducir que Dios creó un hombre limpio, sin maldad, pero ellos rehusaron (ojo con este verbo) obedecer al hacerle caso a nada menos que al diablo, primer personaje expulsado del cielo por querer ser como Dios.
Cuarto peldaño: como para algunos la palabra pecado resulta insoportable; hablemos de desobediencia. Una desobediencia a cualquier ley, reglamento o manual siempre traerá consecuencias, en este caso el destierro del Jardín del Edén con destino a la tierra con la pérdida de atributos originales “de fabrica”.
5.- Arriba mencionamos un personaje llamado “diablo”, también se le llama Luzbel, Satanás, Lucifer y otros tantos nombres. Si nos molesta usar su apelativo más común como lo es “diablo” y tampoco se aceptan otros nombres, vamos a llamarlo “el mal”, hoy por hoy hasta en las películas está bien descrito ese “mal”, en algunas sencillamente lo encarnan los villanos, en otras “el lado oscuro”, en los westerns quedaba muy claro que los sheriff eran los representantes del bien y los asaltantes de diligencias y bancos el mal.
Quinto peldaño: existen como parámetros del comportamiento, dos polos, dos extremos sobre cuya línea los hombres nos movemos: el bien y el mal. Nuestro problema es: en cual lado anotarnos.
6.- La Biblia.
La Biblia constituye el único libro escrito durante una cantidad de siglos no superado por otro libro. Quienes escriben también cuentan con una peculiaridad increíble: desde reyes, profetas, pastores, guerreros, un médico, un Rabino, un colector de impuestos y otros.
Es el libro más traducido y más veces reproducido en la historia de las publicaciones literarias.
Con todo y esto: épocas de escritura tan extensas y por lo tanto tan diferentes, con escritores tan diversos, así y todo; no cae en incongruencias ni contradicciones, más bien cuenta con soportes externos de arqueología e historia que la ratifican como veraz. Está compuesta por 66 libros formando 2 segmentos: ambos separados en el tiempo por 400 años: Antiguo Testamento (39 libros) y el Nuevo Testamento (27libros) componen todos una obra compacta y coherente.
Que nos dice la Biblia sobre el diablo?
“¡Como caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo: en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré; a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
Más tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo; Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es este aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos? (Isaías 14: 12-16). Isaías hace esta especie de parábola personificando a Satanás en la figura de un rey.
El Diablo en acción frente al propio Jesucristo nos muestra cual es su labor en esta tierra usando la tentación como arma primera:
“Y le llevó el Diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy” (Lucas 4: 5-6).
Este es el sexto peldaño de entendimiento. A Satanás lo deportaron al mundo, estos son sus predios que cuida y trabaja tentando al hombre para que lo elija según lo establecido en Deuteronomio 30:19-20.
Queda claro que desde aquí en adelante que empiezan a contar absolutamente todos los peldaños anteriores a los cuales debería agregarse la confiabilidad de la Biblia.
Es bueno reflexionar ya que el hombre común no refuta lo que afirma un libro de historia, más bien tiende a aceptarlo, sin embargo frente a un libro vivo que ha sobrevivido a persecuciones y que más bien viene creciendo en seguidores, no quedan razones lógicas para dudar de la credibilidad de un libro que ha superado ataques, el tiempo y la diversidad de lenguas.
Pero si aun entonces hay reticencias en aceptar lo que dice la Biblia bastaría con aceptar que existen dos fuerzas adversas que dominan al mundo: el bien y el mal, y que si a ver vamos: el mal se extiende tan rápido como la maleza hace con las matas finas que aportan belleza y fragancia, en esta realidad el hombre se inclina a buscar atajos que eviten la tarea más como es el trabajo de obras buenas.
La presencia en el mundo del bien y el mal (a los cuales llamo Dios y Satanás), fuerzas diametralmente opuestas, hacen inevitable un enfrentamiento, enfrentamiento que no es del orden físico sino espiritual, quien pida ver a un diablo con cachos, cola y tridente peleando con un ángel con alas y aureola todavía vive en la etapa de Caperucita Roja ya que la misma Biblia establece “Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” 2 Corintios 11: 13-14).
El Apóstol Pedro afirma que “vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). León que nada puede hacer en contra de un hijo de Dios ya que allí mismo recomienda “seguir firmes en la fe” y es la misma Biblia que establece Efesios 6:16 : “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podais apagar todos los dardos de fuego del maligno”.
Por otro lado, ya en el Antiguo Testamento hay evidencias expresas sobre lo que significa la vida en este mundo:
“A los cielos y la tierra pongo como testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a Él, porque El es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres” (Deuteronomio 30: 19-20).
El peldaño 6 es múltiple: a.- La existencia del bien y el mal como polos opuestos que se rechazan. b.- El mundo es el campo de batalla entre el bien y el mal. c.- El hombre se mueve en una constante elección entre el bien y el mal. d.- A El “mal” ( Satanás, diablo etc.) se le dio la potestad sobre la tierra.
En el Nuevo Testamento hay muchas conexiones con este versículo de Deuteronomio 30, entre ellas, dos de las más importantes:
“YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD Y LA VIDA, NADIE VIENE AL PADRE SI NO POR MI” (Juan 14:6).
“El que cree en el Hijo tiene VIDA eterna; pero el que REHUSA creer en el Hijo no verá la VIDA ETERNA sino que la ira de Dios está sobre el “(Juan 3:36).
Dios se reitera como el dueño y autor de la vida y ratifica que Jesucristo es el camino.
Vinimos a esta tierra a escoger tal como dice Deuteronomio entre el bien y el mal, teniendo la posibilidad de escoger; una mala escogencia tendrá consecuencias, como las tuvieron Lucifer, Adán y Eva.
No hay que ser muy perspicaz para concluir que esa reglamentación de Dios escrita en la Biblia establece en forma clara las condiciones para ser elegido como hijo de Dios, ese mismo Dios que desheredo a Adán y Eva a causa de su rebelión, decide otorgar más oportunidades al hombre, para esa reconciliación Dios dio múltiples oportunidades a través de también múltiples pactos, partiendo del Adánico, Noé, Abraham, Moisés, todas fallidas, hasta llegar a Jesucristo, con el cual queda muy claro que “la cuenta que paga la fianza que devuelve la ciudadanía del cielo la paga Jesús en la cruz”, por algo se llama “Nuevo Testamento”, usando la palabra “Testamento”, el cual es un documento que establece la voluntad de quien muere para que sus destinatarios lo hereden, en este caso el muerto es Jesús y los destinatarios “todos” nosotros.
Ah!!! Aquí algunos dirán “entonces tengo razón, Dios nos salva a todos”….entendámonos: DIOS QUIERE QUE TODOS SE SALVEN, PERO NO TODOS QUIEREN SER SALVADOS. Se dan cuenta de la diferencia? Pongamos una vez más una analogía para entendernos: “Navegamos en el Titánic, estamos cenando cuando aparece el capitán vociferando el inevitable hundimiento del buque. Yo, como ingeniero naval, que participé en la construcción de la nave, sencillamente me rio argumentando que dadas las especificaciones del diseño, este buque es insumergible, por lo que me niego a acudir a los botes de salvamento” El capitán me ofrece salvamento y yo REHUSO a subir a un bote cuando aun hay posibilidad de hacerlo (símil con Juan 3:36.Isaías 55:6). El llamado fue para todos, pero algunos como ese ingeniero que puso sus conocimientos técnicos por sobre la advertencia del capitán, y otros que estaban dormidos, borrachos o emparrandados, todos tan ajenos a la situación que no logran salvarse.
Dios como buen “capitán” quiere que TODOS se salven:
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”(2Pedro 3:9).
En nuestras costumbres como hombres que nuestros herederos naturales sean nuestros hijos. ¿Quiénes son entonces los hijos de Dios?
“Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel que el padre no disciplina? Pero si os deja sin disciplina, de la cual han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos”( Hebreos 12: 7-8).
Nuestro problema es y ha sido siempre, e la falta de disciplina y el egoísmo. La verdadera disciplina es aquella que no hace excepciones. Los hombres en su condición egoísta simpatizamos mucho cuando la excepción a la regla es con nosotros, en cambio nos enoja sobremanera cuando la excepción es para otro, olvidando aquello que tantas veces invocamos: “Ley pareja no es dura”.
Por último recurro a una doctrina que difundida en la actualidad en especial por aquellos que reclaman “derechos” sobre hacer con su cuerpo “lo que les da la gana”; me refiero en especial a los partidarios del aborto y del llamado “matrimonio igualitario”. Ellos son dignos representantes de quienes reclaman libertad confundiendo libertad con libertinaje. Es cierto que tenemos decisiones en que Dios nos entrega la elección y allí cae el obedecer o desobedecer, así pues que quien desobedece está usando su libertad, así que quien elige la muerte eterna….. ¡es su decisión haciendo uso de su libertad!
Si llegado a este punto usted sigue siendo incrédulo…¡ hermano!…la decisión sigue siendo suya; ya que si no existe la vida eterna, tras su muerte no pasara nada, pero si existe….¡será muy tarde para volver atrás! Al fin y al cabo libertad y decisión fueron todas suyas.
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